Esta Guía contiene tramas de películas, lenguaje políticamente incorrecto, mentiras, tergiversaciones, machismo, incitación al saqueo, cicatería, violencia, babosadas, morbo, y más detalles que la convierten en una afrenta a la moral, las buenas costumbres y a las encomiables intenciones de Johannes Gutenberg, que a diferencia de Gutemberg Vera, a estas alturas es incapaz de demandarme, pero seguramente está revolcándose en su tumba. Muchos árboles fueron talados para que puedan leer estas páginas(*), así que solo es apta para personas con criterio formado, insensibles, frikis y enemigos de la Pacha Mama. Recomiendo a los sufridores abstenerse de leerla. Hay datos que podrían estar correctos, pero es mejor que los confirmen antes de difundirlos.
Quienes piensen que no se debe mezclar política con zombies, investiguen un poco. Hasta George A. Romero es claro en esos detalles.
Intro
Toda pandemia tiene su principio
¿Tienes noción de cómo empezó la gripe porcina? ¿Te acuerdas del SARS, la gripe aviar o el mal de las
vacas locas? ¿Sabes algo de la gripe
española, la peste, el cólera o el toxoplasma gondii?
La insalubridad y el desconocimiento fueron
factores decisivos en el avance de estas enfermedades que asolaron el mundo
civilizado. Surgían a partir del contacto con ratas, pulgas, bacterias, etc. y
sin el Dr. House para descartar lupus
o maldición gitana, la gente ignoraba la verdadera causa de tanta muerte.
Imagina la próxima pandemia: el primer
infectado, el “caso cero”, cría perros de pelea en vez de chanchitos.
Súmale una variación de la gripe y una farmacéutica perversa o una mutación
incontrolable de la rabia por culpa de un científico
loco, y el resultado será similar al que vimos en películas como “Zombieland” o “Automaton transfusion”, esas en las que zombies bochincheros corren más que choro en pampa.
O puede que sean zombies clásicos, como los de
George Romero: medio lerdos, pero efectivos
para morder o reagruparse, y más feos que mono chupando limón. Da igual si son
lentos o rápidos; si quieren tu cerebro o te agarran la pierna; si los matas
con balas de plata o con la foto de tu suegra. Asegúrate de tener las
herramientas y nociones mínimas para sobrevivir.
La gripe
del marrano y el SARS se
propagaron rápidamente a pesar de que los enfermos terminaban postrados en una
cama de hospital. Imagina la expansión de la gripe del perro con hambre: infectados mordiendo a discreción por
las calles, cerca de la universidad o La Bahía
un viernes al atardecer. ¿A cuántos vendedores informales morderá un policía
metropolitano convertido en zombie antes de ser neutralizado? ¿Seis? ¿Diez? ¿A
cuántos atacarán los recién mordidos antes de que aparezca alguien que sí haya
leído esta Guía?
Los primeros en caer serán los buenos
samaritanos. Si andas por el Malecón
Simón Bolívar, el Malecón 2000 o
el Malecón LFC, y de pronto aparece
una viejecita o el caníbal de Miami mordiendo
indiscriminadamente, ponte a distancia prudencial. Deja el heroísmo para las
primeras víctimas. Si sucede en el Terminal Terrestre o el Aeropuerto, sal de
allí y trata de que bloqueen los accesos para evitar que el mal se difunda al
resto de la humanidad. Tranquilo, sabes bien qué hacer, tienes el equipo, has
practicado lo suficiente y estás listo para enfrentarlos.
¿Cierto?
Primer diagnóstico
Habrá destrezas indispensables en un Apocalipsis Zombie ¿Cuántas tienes tú?
¿Sabes pilotear una avioneta? ¿Preparas explosivos con Fresklin, cinta aislante y clips? ¿Puedes cazar y asar gallinazos con
una mano atada a la espalda?
Lo habitual, según Hollywood, es que el AZ
lo pille a uno con un sensei improvisado, una modelo, un milico o policía, un
par de tortolitos, un abogado, un gamer
con ínfulas de piloto, una jubilada, un gil whatever,
un payaso y un científico loco que
sabe cómo terminar con la plaga. Dado el
adoctrinamiento al que nos someten las transnacionales de la comida chatarra,
lo más probable es que seas el gamer panzón.
Si
tienes mala puntería o te enviaron a cursos vacacionales de ballet, serás el
payaso del grupo, ese pusilánime a quien envían descalzo al edificio de
enfrente para buscar un encendedor aunque estén rodeados por una turba
incontenible.
Afrontémoslo.
Necesitas ese yonosecuá o talento
escondido imprescindible para sobrevivir, así que debes prepararte desde ya.
Deja la comida chatarra, olvídate de los vicios y arma tu DreamTeam. Pero antes de buscar a nadie, debes practicar y aprender
al menos lo básico de mecánica, primeros auxilios, electrónica, tiro al blanco,
cocina gourmet, natación, paracaidismo, medicina natural, pilotaje de vehículos
aéreos, terrestres y acuáticos, parkour,
kung fú, kendo, terrorismo y kama
sutra.
Nuestro
sistema educativo excluye muchas destrezas del pensum, pero en el SECAP puedes aprender sobre construcciones
civiles, agricultura y pecuaria, electricidad y electrónica, madera y muebles,
salud y nutrición, metalmecánica, auto mecánica, entre otras cosas. Para saber
más, pregúntale a Google; para
entrenar, cómprate una PlayStation 2;
y para subvencionar los otros gastos, subasta tu virginidad por internet.
Es
tiempo de replantear el consumismo, y la paranoia es motivación efectiva para
cambiar hábitos. Con lo que gastas en una farra, te alcanza para comprar la
mochila básica y te sobra para buscar películas de zombies en La Bahía. Aprende
de memoria cada capítulo de El peor de
los casos y Preparados para el fin
del mundo. Empieza a desensibilizarte de las comodidades del mundo moderno.
Duerme en el balcón, camina hasta el kamello
y a todos lados, usa las escaleras en vez de ascensor, límpiate el trasero
con facturas del chifa, deja de lado la sal, el azúcar, el alcohol, La Droga y los cigarrillos (serán más
cotizados que las balas). Tus únicos lujos deben ser la revista Soho y -de vez en cuando- un baño con
jabón.
Trata
de guardar poco dinero en el banco. Si el fin del mundo llega sin avisar, te
resultará imposible ir a sacar billete del cajero automático. Y cuando lo
logres, habrá perdido su valor. Compra una caja fuerte y oro. El vil metal volverá
a estar de moda cuando la hiperinflación mande el dólar al diablo. Las armas,
municiones, cigarrillos y fotos de Verónica
Suárez también ganarán plusvalía. Los enlatados están frescos por años, y
si tienes suficientes, podrás utilizarlos como moneda oficial. Los Mayas sabían del inminente AZ luego del 21 de diciembre del 2012,
por eso empezaron a utilizar el cacao como moneda de cambio.
Tienes
que ser popular. Si eres un amargado consuetudinario, te peleas con todo el
vecindario y compas del trabajo,
manejas un hateblog, eres troll de las redes sociales o apoyaste
la presidencia de Maruri, todos los
que te conozcan se organizarán para darte cacería. En Runaway jury, Nicholas Easter estableció lazos con la mayoría de
sus compas y era tan popular que pudo haber ganado en el concurso de Princesita de navidad de las Cortes. Si
tienes un nivel mínimo de camaradería con cada integrante del DreamTeam, puede que seas uno de los
últimos eliminados del reality y
serán otros los que vayan en calidad de carnada. Vitrinea cuanto puedas en los malls
y hazte pana de los guardias, conserjes y dependientes. Puede que algunos de
ellos sean los nuevos propietarios del mall
cuando te toque ir a saquear.
Recorre
la ciudad para conocerla mejor, pero dale naturalidad a tus paseos, de tal
manera que parezcas un vecino más. Si te movilizas cual Guillermo Lasso en Metrovía. Generarás desconfianza y hasta te pueden confundir con secuestrador express o campanero.
Administra
tu paranoia. Estés en el spa o en un motelucho barato con tu peor-es-nada, evalúa siempre las
posibilidades de resistencia. Identifica muebles para hacer barricadas, armas
que puedas improvisar y vías de escape. Si vas
a un restaurante, ubícate cerca de la salida de emergencia y jamás le des la espalda
al enemigo. Mira a tu alrededor en este momento. ¿Qué
harías si una horda de comecerebros
se tomara las calles y tratara de alcanzarte? ¿Puedes determinar
instintivamente a dónde ir, por dónde escapar o con qué defenderte?
(*) Sí, el plan es publicarlo
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