Zombis (por @FanderFalconi)

Los zombis no murieron con la famosa coreografía de Michael Jackson, “Thriller”, a inicios de los años ochenta. Tampoco se encogieron y deshicieron, como al final del extraordinario cuento “La verdad sobre el caso del señor Valdemar”, de Edgar Allan Poe. Se están poniendo nuevamente en boga y reviven en el cine y en la publicidad de los Estados Unidos y Europa. Los zombis parecen querer tomarse otra vez el mundo.

El sociólogo alemán Ulrich Beck acuñó el concepto de zombis para caracterizar a las instituciones de la sociedad contemporánea. La metáfora de los muertos vivientes tiene hoy una aplicación especial para definir el reacomodo del capitalismo y la crisis permanente con la que está acostumbrado a convivir, y que podría determinar el proceso de configuración de un nuevo orden económico, social y político.

No obstante, la crisis actual es la expresión de algo que tiene connotaciones de mayor profundidad. No nos referimos en forma exclusiva a las instituciones o a la sociedad en general, sino al orden físico de la naturaleza. ¿Acaso existe algo más concreto que la vida, la naturaleza y sus ciclos fundamentales? No podemos eludir las certezas con las que hoy contamos en cuanto al conocimiento científico del ámbito físico y natural, y las alteraciones que allí existen. Todos estos fenómenos que se encuentran documentados son, precisamente, la advertencia de una realidad ineludible, frente a la cual el mundo no puede permanecer impávido. Hemos estado advirtiendo un conjunto de desórdenes, donde su mayor expresión en la sociedad es la actual crisis económica.

Las instituciones zombis, a las que caracteriza Beck, persisten dentro de esa crisis y parecen incluso formar parte inherente de ella. Se habría esperado que se produzca una reorganización fuerte de la gobernanza internacional, una reacción propositiva de las instituciones para enfrentarla, pero permanecen allí, heridas de muerte, pero siempre con la posibilidad de revivir, de reanimarse, de rearticularse.

Allí viene la pregunta: ¿qué es lo que las reanima? Es el capitalismo transnacional que no quiere morir y que busca las formas para reinventarse a sí mismo; unas veces de manera sutil, otras, con la torpeza y frialdad que caracteriza a la acumulación contemporánea y la necesidad de mantener sus estrategias geopolíticas en el mundo. Por ello, la idea catastrófica de que este momento histórico conduce, de manera inevitable, a una finalización del capitalismo, es errónea y determinista. No lo sabemos.

En un siguiente artículo precisaremos las instituciones zombis que conviven con nosotros.


Publicado en El Telégrafo

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