Los
monstruos marinos eran reales para los griegos y marineros medievales, y las
armas de destrucción masiva de Irak eran un peligro real para el Bushit y los medios de comunicación que
le siguieron el juego. El riesgo de AZ es aún más
real. Cuidado con pensar que escribí y publiqué esta Guía de Supervivencia nomás para levantar peladas frikis. Ese fue un efecto colateral. Pero ojo, sin
una pareja que comparta tu frikismo
paranoide, resultará difícil prepararse para el Apocalipsis Zombi.
Si ya tienes tu peor-es-nada, asumo que está leyendo su propia Guía y que la compró en los sitios de distribución autorizados.
Asumo también que ya empezaron a entrenar y definir señales visuales y gestos
para comunicarse. ¿Pensaban irse de vacaciones a Galápagos? Mejor vayan a los
sitios potenciales de resistencia y fortifiquen su casa con el billete
sobrante.
Si al estallar el AZ estás en el mercado Caraguay
y ella en Zaruma, búscale reemplazo
en el DreamTeam y que le vaya bonito,
como a la gente de la Ruptura 25 y Montecristi Vive luego de la Consulta 2011. Si tu plan es aprovechar
el AZ para librarte de ella y buscar
a María Fernanda Ríos, puede que las
intenciones sean mutuas. Atenti, o la
verás agarrar armas y mochila y partir en busca del carnicero, el taxista o el
autor de la Guía de Supervivencia.
Serán tiempos de heroísmo épico. Si a tu amada
le ofreces el sol, la luna y las estrellas, te obligará a cumplir tus promesas.
Hace siglos, los caballeros andantes luchaban contra dragones por una noche de
pasión salvaje con su damisela en peligro. Pocos se salvaban, y si llegaban
finalmente a donde su media toronja,
ella se había fugado con el bandolero de la aldea o el bufón de la corte. La
literatura romancera medieval degeneró en historias de Don Juan Tenorio, Casanova
y otros arropados anónimos de
heroísmo cuestionable.
Es comprensible que esperes un harén de locas al regresar de cada jornada con suministros,
pero hay una relación directa entre lo guapa o buena que esté una mujer y tus posibilidades de morir por tratar de
salvarla o impresionarla. Eventualmente, ella terminará en un auto sin gasolina
con docenas de infectados alrededor. Si tratas de ayudarla, más que héroe,
serás un completo imbécil.
¿Crees que vas a tener suerte? ¿Que podrás
rescatarla de alguna manera y luego escaparán de trescientos comecerebros afrentosos que la
escucharon gritar? ¿Crees que después de eso la llevarás a una isla desierta
donde se la pasará agradeciéndote con su mejor repertorio del kama sutra? Mucho más probable es que te
ganes el Lotto un par de veces y sin
comprar boleto.
La abstinencia te obligará a cometer
estupideces. Es más, llegará el momento en que verás con buenos ojos a las
infectadas. Sin importar lo sexys que se vean, jamás tengas relaciones sexuales
con muertos vivientes. Los fluidos
corporales suelen ser el principal medio de contagio y tienden a morder, pero
en mala onda. En DogHouse, las
infectadas manifiestan atracción sexual por los héroes de pacotilla, pero como
puedes imaginarte, el resultado carece de sensualidad. La moral, claro, mal
podría servir de consejera.
En Paris by the night of the living dead,
la ñora recién casada recuerda que
juró ante el altar permanecer con su maridito, en la salud y en la pandemia
zombi, hasta que la muerte los separe. Luego le disparó con una megabazuca, pero falló, y el maridito la
obligó a cumplir con su voto. La moraleja es que nadie te va a criticar si
eliges poner los pies en polvorosa el
día que tu media naranja pretenda
comerte el corazón, literalmente.
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