Los municipios del mundo deberían prepararse
para el Apocalipsis Zombie. Además de
los servicios básicos, una ciudad decente debe tener:
·
Ojos de águila en cada esquina para agobiar a los
conspiranoicos y propiciar el Síndrome de
Show de Truman.
·
Cabinas de suicidios
·
Alumbrado público con energía solar, e independiente
de la red principal
·
Sistemas automáticos de barricadas y túneles de
escape
·
WiFi universal y gratuito
·
Letreros LED
para saber a dónde ir.
·
Áreas verdes que atraigan lluvias.
·
Techos verdes que garanticen
alimentación.
·
Alcantarillado pluvial eficiente para evacuar las
aguas lluvias.
·
Planes de contingencia barrial.
·
Programas de diversificación de cultivos y huertos
familiares.
·
Programas de siembra de plantas que almacenen agua en
su interior
·
Una Guía de
Supervivencia en cada casa.
·
Control de cisternas, radios, hachas y dispensadores
de balas en edificios
·
Candados en las puertas de los frigoríficos de las
morgues.
·
Cremación obligatoria, excepto si el muertito ha
dejado constancia escrita de que prefiere ataúd.
·
Grilletes obligatorios en los ataúdes de quienes
pretendan volver como zombies.
·
Control de animales que puedan convertirse en
vectores o saqueadores
·
Muros de al menos tres metros de altura y compuertas
seguras en cada ciudadela y hospital.
Conseguirán muchas de estas herramientas
mediante ordenanzas y funcionamiento integrado de los COE, que deberían preparar vías de escape y planes de contingencia
para un eventual AZ. Las propuestas
en este sentido tienen que formar parte del plan de trabajo de todos los candidotes. Ya fuiste a marchar porque
pensabas que iban a poner un cuy en el escudo. Exígeles legislación,
planificación e infraestructura que te salve cuando los zombies te quieran
hacer marchar a ti.
Si bien las ciudades fueron hechas para los
humanos, nada impide que los zombies sobrevivan en ellas por mucho tiempo.
Difícilmente sufrirán por la falta de baños públicos, metrovía, televisión, cines, radio, internet, partidos políticos,
moda y demás referencias culturales que resultaban elementales cuando eran
menos zombies. En cambio, los sobrevivientes ocultos, saqueadores, piratas e
infectados asintomáticos, sufrirán por la carencia de servicios básicos. Sin
acuerdos mínimos de vida comunitaria, nadie perderá el tiempo en las salas de
máquinas de Interagua o Puerto Limpio. Sobre todo si sus
ingresos pasan de varios millones a cero.
Las
represas, centrales eléctricas y telefónicas, plantas de agua potable y
alcantarillado, etc., deberían tener un buen cerramiento y bodegas con
suficiente alimento para la supervivencia del personal que va a mantener
activos los servicios básicos. En Die
Hard 4.0 y La tierra sin humanos
hay ejemplos de lo que puede pasarle a la ciudad que carezca de ellos.
La
falta de recolección de basura y la incapacidad para separar
residuos sólidos pasará factura con las primeras lluvias: se
taponarán las alcantarillas, inundando sectores como Urdesa, Sauces, Orquídeas, Vergeles, Alborada, Esmeraldas Chiquito,
Guasmos, Suburbio Oeste… en los sitios que se inundan cada vez que llueve.
Es decir, en casi toda la ciudad, pero resultará infructuoso culpar al MashAlcalde o a Interagua, porque nadie habrá pagado sus impuestos ni las cuentas
atrasadas y tendrán que vivir así durante meses. En ese tiempo, los
cortocircuitos provocarán incendios en toda la ciudad.
Los
proyectos de reforestación deben incluir la propagación de variedades frutales
que garanticen la alimentación de aves, monos, saínos, iguanas y otros posibles
alimentos. Podrían ser la base de cualquier cadena alimenticia en
microambientes cuya cima debe ser ocupada por tu DreamTeam. Guayaquil produce poco, todo viene de otros cantones y provincias,
excepto por los autocultivos de marihuana y unas pocas hortalizas. Los Fashion Victims guayacos condenarán el
exceso de palmeras cuando se pudo sembrar árboles frutales. Quienes vivan cerca de los esteros o del río Daule, tardíamente se darán cuenta de la contaminación. Consumirán
el agua mala y enfermarán.
La Sierra tiene una gran ventaja competitiva.
Hay miles de fincas en las que se cultiva frutas y hortalizas para el mercado
interno. En la Costa, la mayoría de los sembríos son de productos de
exportación: cacao, banano o caña de azúcar, que precisan de cuidados
especiales, como fumigaciones y riego constante. Solo servirán el arroz y el
maíz. El ganado porcino y vacuno serán los primeros en marchar.
El Consejo
Consultivo para la Soberanía Alimentaria tiene un gran reto. Solo el
fomento de la diversificación de cultivos en la costa permitirá la
supervivencia de los más aptos, es decir, de quienes hayan leído esta Guía.
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