El zombi errante

Llegará el día en que tengas centenares de zombis y saqueadores rondando tu bunker. Escasearán los alimentos y cuando resulte difícil ir a saquear sin problemas, la gente empezará a enloquecer. Los eliminarás uno por uno, pero es difícil hacerlo tantas veces sin levantar sospechas. Será hora de abandonar el cubil.

Las películas dicen que puedes huir de los infectados en un camión blindado, pero es para hacerte ilusionar. Aún si hicieras estallar tanques de gas para hacerte camino, te será imposible avanzar. Mejor usa trampas para despejar las vías y emos para distraer a la muchedumbre. La mayoría de los zombis irá tras ellos y podrás embarcarte en tu 4X4. Un vehículo está bien, pero dos es mejor. La ruta oficial, la que seguirán los vecinos es una. Tu equipo irá por otra, la que los lleve al sitio donde piensen huir.

Huir… pero ¿a dónde?

A esas alturas del partido, los zombis deambularán por el país mientras el Gobierno trata de evitar el caos. Es probable que se infiltren muchos más en Carondelet y que unos cuantos salgan de la Asamblea decepcionados por la falta de alimento. Algunos políticos serán infectados en los aeropuertos y otros estarán armados en sus haciendas, esperando para atrapar incautos, devorar sus cerebros, tomarse el mundo civilizado y… momento… ya olvidé si me refería a políticos o a zombis. 

Será hora de aceptar la realidad: nunca más escucharás sobre Belinda o Luís Fonsi. Aunque pensándolo bien, ese sería el lado bueno. Darás rienda suelta a tus más bajos instintos, podrás disparar y hacer uso de creativas formas de eliminar infectados. Ingresarás a cualquier mall y agarrarás lo que te venga en gana, sin preocuparte por las cuotitas, intereses o la Central de Riesgo.

Pero sin un propósito, tarde o temprano arrastrarás tus pies en búsqueda de materia gris. Ponle el ojo a una isla, represa o montaña de difícil acceso. Las aguas abiertas siempre serán mejor alternativa para escapar, pero es más probable que tu primera elección sea algún andurrial en las montañas mientras esperas a que alguien encuentre la cura.

Prepárate para la diáspora, recuerda a los judíos que se quedaron en el desierto durante el éxodo. Entrena lo suficiente o los calambres te dejarán a merced de los infectados. Recuerda a Jefferson Pérez en Osaka. Si a diferencia de quienes hicieron su agosto en el 30S, tienes inconvenientes en saquear, ten en cuenta que el concepto de propiedad privada terminará cuando la sociedad vuelva a su estado primitivo. The trigger effect y The Stand tienen buenos ejemplos del descalabro que te espera en el camino. Será como si luego de un feriado con puente, pasáramos a la época medieval; y en cuanto a nuestra economía, como cuando la partidocracia y la banca propiciaron el feriado bancario.

Lleva lo prioritario, nada de licuadoras o adoquines de colores. Distribuye el contenido de los bultos por si tienen bajas, revisa tu mochila antes de partir y úsala un rato para determinar si te resulta incómoda o está deteriorada. Evita que baje la moral, pero sin caer en el fanatismo. Entre más gente haya en el grupo, más lento avanzarán, especialmente si alguno está herido. Las pausas deberán ser cortas y siempre hay que estar pendientes del horizonte por si hay incendios, hordas, alimentos, etc. Delega vigías y mantente en la ruta fijada, que debe tener un nivel mínimo de planificación.

 Duerme lejos de carreteras, ciudades o campamentos plagados de zombis y cubre tus huellas de acceso a los refugios. El garabato permite cortar vegetación con menor esfuerzo y riesgo, pero es mejor abstenerse de alterar el paisaje. Recuerda que se hace camino al andar y si conocen tu ruta, te van a seguir. Si enciendes fuego, haz lo posible para ocultar el humo, al menos a simple vista. Si te toca dormir a desnivel, tu cabeza debe estar más arriba y pon obstáculos por si te mueves mucho. Barre las piedritas o habichuelas que interrumpan tu sueño.


Los GPS funcionarán por años sin ayuda y puede que algún nerd ponga los satélites a tu disposición. De lo contrario, recurre a los mapas y a tu conocimiento del terreno para determinar en qué partes del camino hay caseríos, humedales, ríos, montañas, monocultivos, etc.

Las bananeras se secarán y bastará una caminera de Patito mal parqueada para que los incendios impidan el éxodo. Debido a la contaminación provocada por las fumigaciones, las almejitas serán más tóxicas que el pez de tres ojos del Lago Springfield. Úsalas para suicidios en masa o para servir un ceviche a tus captores en caso de que te secuestren y te tengan en calidad de perol.

Con las carreteras en buen estado y ampliadas en muchos tramos, habrá saqueadores y muertos vivientes por doquier. El conocimiento es poder. Siempre debe adelantarse una patrulla de ojos secos, avioneta o dirigible a control remoto para ver si hay moros en la costa. Establece rutas de escape ubicadas cada 23 Km. ¿Por qué 23 en vez de 15? Porque yo escribí esta Guía y me da la gana de que sean 23. Más te vale haber escondido municiones, encendedor, cloro y enlatados en sitios secretos de la vía. Debes estar pendiente del riesgo de contagio, sean enfermedades bacterianas, virales, envenenamiento, etc. Si alguien se enferma, debe mantenerse a distancia. Puede que los retrase un poco, así que les tocará evaluar si se justifica exponer al grupo por la posibilidad de que se recuperen y les ayuden a sobrevivir.

Sigue el ejemplo de los padres adoptivos del pelado de The road: si ves a alguien que va por tu ruta, pero delante de ti, síguelo sin que se dé cuenta y te ahorrarás peleas, ataques y que algún infeliz te deje llucho a mitad del camino. Ten un falso mapa para los bandoleros. Compartirás la vía con zombis y bocabiertas sin preparación, que se quedarán sin agua ni papel higiénico y buscarán a los más giles para quitarles todo. Algunos estarán desesperados por culpa de sus hijos hambrientos o enfermos y estarán dispuestos a todo, desde favores sexuales hasta emboscadas sangrientas.

Las conflagraciones y asedios provocan cansancio, matanzas innecesarias, pérdida de municiones y hambre. Es más, atraerán miles de zombis. Si luchas, deberá ser por el potencial de victoria. Si sobrevives, deshazte de los cuerpos para evitar que la pestilencia te delate. Si algún compa es contagiado, en vez de llorar infructuosamente por su ausencia, consigue quien le reemplace. Espera encontrar poco o nada al llegar. Los vecinos que te guiaron cuando se hizo el reconocimiento o ayudaron a construir tu bunker pelucón, serán los primeros en invadir el lugar.

Quienes ofrezcan comida, refugio y salud por radio, serán caníbales buscando alimento o incautos que atraerán antropófagos que buscan alimento. Muchos morirán en el camino y dejarán una pista de horror y destrucción para que otros saqueadores y comecerebros terminen la odisea. Así hicieron los de Arcadia. En Cerro Blanco, Colonche, Cueva de los Tayos, Yasuní y otras zonas poco estudiadas, hay familias endogámicas mucho más peligrosas que los zombis. Para más información, busca Wrong turn en La Bahía.

En la península de Santa Elena deberás preocuparte también por la sequía, falta de alimento, narcos, #cholosqueserespetan y tigras. Dispararán antes de verificar si los invasores son muertos vivientes o vivísimos que pretenden desplazarlos de su tierra ancestral.

Para tener una noción de lo que te espera en la jornada, chequea The descent, Deliverance, The Texas Chain Saw Massacre, Wrong Turn, Wrong Turn 2: Dead End, The Hills Have Eyes, The Hills Have Eyes 2, Mad Max, The Postman, The Book of Eli, The Road, The Day After Tomorrow, Blindness, Children of Men, War of the Worlds, The Stand y Jericho.

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